El proyecto Serendipias sintetiza la serie en la que Fernando Flores trabaja de manera recurrente, como una forma de analizar el territorio, el espacio que nos rodea y al cual pertenecemos, nuestro mundo propio y compartido. Las serendipias son su mapa y su territorio: sombras y espejismos entre el sueño y la vigilia, cartografías del alma, arqueologías del cuerpo que recorren la piel, paisajes deshabitados, espacios efímeros que recuerdan la fugacidad del tiempo. Para él todo comienza en la infancia, con una cámara de plástico que deambulaba por la casa familiar. Aquellas primeras imágenes se fueron guardando en una caja de cartón que con el tiempo desapareció. En algún momento, esas fotografías se agolpan en la mente y comienza a reconstruir sensaciones, emociones, recuerdos. De manera recurrente toma fotografías que le devuelven a esos momentos que permanecen en algún lugar de la memoria y le acompañan. Así surgen estas fotografías, como hallazgos inesperados (y valiosos) que se producen, de manera casual, mientras se está buscando otra cosa distinta.

...Y siempre aquel misterioso pasillo, lleno de cañas y arbustos que cruzaban todo el patio hasta la puerta de la calle, formando un túnel blanco en invierno, con el peso de la nieve. Y una figura, atravesándolo, como una ráfaga en la memoria.

Texto de Fernando Flores