La serie que podemos contemplar es su último trabajo, realizado den blanco y negro y en el que nuestra imaginación y lo que llevamos dentro juegan un papel importantísimo a la hora de comprender e interpretar las fotografías.

Todas sus imágenes están perfectamente estudiadas. Lo primero que hace es crear un plan, boceto o dibujo, al que les adjunta objetos. Después los coloca, ordena y distribuye para imaginarse la foto terminada.

Como dice Fernando "la fotografía nunca representa a lo representado. Es como si de un enigma se tratase. Ficción dentro de la ficción, réplica del mundo..."

El juego de luces y sombras es lo que más llama la atención, que a su vez se difuminan y desvanecen con figuras de animales.

Inquietud, serenidad, tranquilidad, sosiego, exaltación, son algunas de las múltiples emociones que podemos sentir a la hora de observarlas.

Si repasamos sus anteriores trabajos nos damos cuenta cómo ha ido evolucionando. Primero se centra en un mundo moderno, en el que la publicidad, el cine, la televisión, ocupan un papel primordial. Más tarde se olvida del mundo exterior para sumergirse en el interior, un espacio en el que la figura femenina es el núcleo central de su objetivo. Por último, da paso a animales desdibujados, retratados en un paisaje onírico en el que la teoría de la luz es el factor principal.

Es asombroso comprobar cómo el efecto que provoca el blanco fusionado con el negro nos transporta a un lugar inimaginable, idealizado y soñado, en el que el tiempo se detiene para dar paso a nuestro subconsciente. En definitiva, un imperio en el que los sentidos cobran vida propia y nos hacen partícipes de una realidad soñada e idealizada; en el que la fotografía nos introduce en el campo de la ficción, de la creación.

El equipo con el que trabaja es, un cuerpo Hasselblad 501 CM, un objetivo Distagon 50 mm, ocasionalmente Planar 80 mm, más 2 chasis 120. Las fotografías las positiva en papel Ilford Galeri 31K, baritado brillo, revelado con Eukubrom. La película es Agfapan 120, revelada con Acutol. Todas las copias están viradas al Selenio Politoner de Kodak y Goldtoner, viraje al oro, de Tetenal.

Goya, Virginia. (1999). El imperio de los sentidos.Fernando Flores Huecas. Fotofácil Magazine (Nº 12), pág. 24-25